viernes, 29 de abril de 2011

**Dios nos ama y tiene un plan maravilloso para nuestras vidas***

El VERDADERO AMOR

¨El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es.... ¨



 A veces Dios te pone pruebas que solo el verdadero Amor puede superar.
Si bien es cierto que con el paso del tiempo el Amor deja de ser la euforia del primer momento, también es cierto que son precisamente estos momentos de crecimiento lo que hace más sólida la relación.
En un mundo en donde la separación de los matrimonios esta a la orden del día, es difícil creer que todavía existan personas que ni siquiera el paso del tiempo o la adversidad pudieron separarlas y sirven de ejemplo para los matrimonios jóvenes, estas personas solamente tiene un secreto que los ha mantenido unidos “el Amor”.

Hay personas que le llaman su alma gemela, otras su otra parte, lo realmente importante es que son el uno para el otro. No es que estas personas sean perfectos esposos o perfectas esposas, es que día a día tratan de ser la mejor persona para su pareja.
No es una perdida de tiempo intentarlo, cuando la persona por la que luchas vale la pena y además esta luchando contigo para que todo funcione.

Lo que une a los matrimonios no son lo hijos como muchos creen, porque si esto fuera cierto todos los matrimonios se realizarían después del primer o segundo hijo.

Lo que une a los matrimonios es la convicción de querer pasar el resto de tu vida a su lado, los hijos como llegaron y causaron una gran felicidad al llegar, también se irán porque también ellos harán su propia familia, y solo quedara esa maravillosa persona que se

eligió para que te acompañara en tu gran viaje que es la vida.

¡Oracion a Dios!

Querido Dios, te agradezco por este día. Te agradezco por poder ver y oir esta mañana.
Soy bendito porque eres un Dios comprensivo y de perdón.
Tu has hecho tanto por mi y continuas bendiciéndome cada día.
Perdóname por todo lo que he hecho, dicho o pensado que no era agradable para ti.
Por favor mantenme seguro, alejado de todo peligro o daño. Ayúdame a comenzar este día con una nueva actitud mucha gratitud.
Déjame hacer lo mejor de cada día para aclarar mi mente y así
poder oírte. Por favor expande mi mente para que pueda aceptar todos tus designios. No permitas que me lamente de las cosas sobre las que no tengo ningún control.

Permíteme continuar viendo el pecado a través de tus ojos Señor, y que pueda reconocer el mal.
Continúa bendiciéndome para que pueda bendecir a otras
personas. Mantenme fuerte que pueda ayudar al débil. Mantenme con los ánimos levantados para que pueda tener palabras de aliento para otros.

Ruego por los que se pierden y no pueden encontrar su camino. Ruego por los que no te conocen íntimamente. Ruego por los que borren este mensaje sin compartirlo con otros. Ruego por los que no creen. Pero te agradezco porque yo creo.
Creo que tu cambias a la gente y cambias las cosas.
Ruego que cada ojo que lea esto sepa que no hay problema, batalla, circunstancia, o situación mayor que tu Señor. Ruego
para que estas palabras sean recibidas en los corazones, que cada ojo que las vea y cada boca que las pronuncie, las confiese dispuesto. Esta es mi oración.

En el nombre de Jesús, Amen.

Tiempo para buscar

Muchas veces, en nuestra búsqueda de Dios cuando enfrentamos la crisis, nos cansamos de actuar correctamente, o de esperar, pensando que hemos “hecho” tanto y aún no vemos nada en el horizonte, aún no se vislumbra ningún cambio.  Pero este texto nos muestra que nuestra orden es sembrar.  Sembrar lo correcto, los principios de Dios, las leyes espirituales que Dios nos pide que vivamos, ésa es la JUSTICIA de Dios, son los mandamientos tales como el amor, el perdón, la paciencia, etc. Y explica que la siega, es decir, la cosecha será según la misericordia de Dios, y no según merezcamos. 
¿Cuántas veces desmayamos en nuestra jornada cuando no “vemos” que sucede lo que esperamos recibir después de asumir ciertas actitudes “correctas”?  ¿Cuántas veces desanimamos cuando pedimos perdón o nos humillamos y el otro no reacciona como esperábamos o como “debería” reaccionar?  Es porque nos hemos engañado pensando que nuestra cosecha tiene que ser en la medida de la siembra, pero en realidad, cuando sembramos la justicia, es decir, cuando escogemos andar en los principios de la Palabra de Dios y actuar correctamente, lo que sembremos no será siempre la justicia, sino que a veces, por la misericordia y gracia de Dios, como una dádiva, como un regalo, veremos los frutos maravillosos de esa siembra, sin embargo, también habrá muchos momentos, permitidos en la soberanía de Dios, en que no veremos esas respuestas para nuestras actitudes o palabras, sino que aún tendremos que tener paciencia hasta experimentar la gracia y misericordia de Dios.

Ahora, la verdadera victoria, la alcanzaremos de otra manera, no solamente actuando como Dios desea que lo hagamos, sino andando por fe, porque nuestra gran prueba no es alcanzar solamente la meta de la restauración, pero sí ser aprobadas como hijas fieles, y perseverar en la fe en Dios mientras pasamos por este “valle de sombra y de muerte”.
Si queremos cosechar frutos y tener una siembra abundante, entonces, por fe debemos abrir surcos, preparar la tierra, y mirar hacia el futuro creyendo que Dios hará llover sobre nosotros la lluvia que necesitamos para que la tierra florezca.

Es tiempo de preparar la tierra amigos, tiempo de dar pasos como hombres y muejeres de fe, que cree en la restauración, que cree en el poder de Dios para transformar aún las circunstancias más difíciles!  Es tiempo de buscar al Señor, pues allí se encuentra la clave para una vida victoriosa!  Hay que buscar al Señor, hay que doblar las rodillas y clamar, eso preparará la tierra, para esperar la lluvia abundante que caerá y nos dará los frutos que pedimos a Dios.

Es tiempo de orar, tiempo de buscar, sin desmayar!  La palabra nos insta, “hasta que” llueva, hasta que caiga la lluvia, no hasta que veamos una nube asomándose en el horizonte, o el cielo nublándose… NO!  Debemos buscar al Señor hasta que caiga la lluvia abundante que moje la tierra y haga las semillas de justicia florecer!  Si cree, entonces busque, busque con todas sus fuerzas, sin cansarse, sin desmayar cuando el tiempo pasa y no ve nada!  Y no pare cuando vea la pequeña nube en el cielo, no es aún tiempo de parar de buscar, sólo debe parar cuando caiga la lluvia abundante y rica que mojará la tierra!! 
 

Amigos es tiempo de buscar al Dios… es tiempo de cuidar de su vida espiritual, de clamar y pedir que la lluvia de la justicia del DIOS se derrame sobre su hogar… Busque! Busque con todas sus fuerzas, busque con sed y hambre de la justicia de Dios, con fuerzas, sin desmayar, ni desistir… sin cansarse, sin querer desistir… busque al Señor, en quien hallará las fuerzas para seguir y la sabiduría para saber qué hacer en el momento oportuno…

Ánimo… pronto la lluvia caerá… busca al DIOS padre hasta entonces… y en poco tiempo, tu tierra florecerá…

El tiempo perfecto. ¡es cualquier momento!

Sembrad para vosotros justicia y segad conforme a la misericordia. Abríos surcos, porque estiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y haga llover justicia para vosotros”.
Oseas 10 :12

LA VERDADERA DOCTRINA




Abrir comillasYo por critianismo no entiendo la doctrina de las iglesias cristianas, ni la ortodoxa, ni la católica, ni las diversas iglesias protestantes, sino la pura doctrina de Jesucristo.Cerrar comillas

PEDRO ANTONIO

Esperanza





Abrir comillasAvanza confiadamente en dirección de tus sueños y te encontrarás con un éxito inesperado en las horas comunes.Cerrar comillas

Henry David Thoreau

jueves, 28 de abril de 2011

ESPERANZA, FE Y PACIENCIA

Hemos leído muchas veces el siguiente versículo: “Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor” (1 Corintios 13:13). A diferencia de lo que escuchamos en nuestra cultura materialista, el legado más grande que podemos dejar los seres humanos es el amor; los obsequios más valiosos que podemos ofrecer son los pensamientos y las acciones que fluyen de un corazón que ama. Es en la familia donde más se aprecian y más se necesitan las acciones amorosas. Al mismo tiempo, es donde más difícil resulta mantenerlas. Tenemos buenas intensiones pero en el ir y venir de la vida nos lastimamos unos a otros. Hasta las más pequeñas heridas en el ego o en el alma duelen, y con frecuencia nuestra reacción natural es alejarnos.
A medida que aumenta la distancia emocional, aumenta el resentimiento. En poco tiempo una relación de amor se vuelve terreno propicio para que crezcan sentimientos malignos. Sabemos que deberíamos poner fin a la discordia, que deberíamos hablar con la persona y tratar de resolver el conflicto. Pero también sabemos que podría requerir tiempo y energía y hasta resultar frustrante. Sabemos que una solución real posiblemente requiera un proceso y no una única conversación.
Entonces cedemos a la tentación de la pereza selectiva. Somos perezosos cuando se trata de las relaciones personales. Nos damos por vencidos. No hacemos la llamada telefónica. No escribimos la carta. No extendemos la mano, ni decimos la palabra amable ni nos damos el tiempo para escuchar. Romanos 12:18 dice: “Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos”. “Si es posible“, expresa una tenacidad que no se rinde cuando el proceso de reconciliación resulta difícil, exigente o colmado de obstáculos que parecen insalvables; implica la decisión de aferrarse al último hilo de esperanza y seguir adelante en honor a ella.
En cuanto dependa de ustedes“, significa que no podemos controlar la reacción de la otra persona en el proceso de pacificación. A veces nuestros esfuerzos más sinceros resultan inútiles porque alguien se niega a colaborar. Aunque esto puede resultar frustrarte, no nos exime de la responsabilidad. Todavía se nos pregunta: ¿Tomaste la iniciativa? ¿Hiciste todo lo que pudiste? ¿Avanzaste lo necesario por el camino de la reconciliación?
Si estas palabras te estimulan a poner más energía y a esforzarte más en tus relaciones, por favor hazlo. El riesgo es grande. El dolor de la pérdida es enorme. Tal vez tus esfuerzos sean rechazados, pero lo más posible es que sean recibidos con calidez y con una declaración sincera: “Yo también quiero intentarlo; gracias por tomar la iniciativa“.

¡FUERZA DE DIOS!


Dios da la sabiduría,y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia¨ Proverbio Cap:12,vers:16